tienen miedo
  las siete trompetas
 

Apocalipsis 8:6 — 11:19

El hecho de que la palabra ángel aparezca más de setenta veces en el Apocalipsis prueba cuan prominente es el ministerio de los ángeles en el proceso de la revelación de los propósitos finales de Dios para el mundo. Sus ángeles son los instrumentos para la realización de sus múltiples operaciones. Mientras que en esta época de la Iglesia, no tenemos que depender de los ángeles (ya que el Espíritu Santo es el Administrador de los asuntos de la Iglesia y el ejecutivo de la Divinidad, el verdadero Vicario de Cristo), después del rapto de la Iglesia, los ángeles nuevamente sobresalen en la ejecución de los edictos divinos. Aquellas "cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles" serán ahora entendidas perfectamente por ellos, cuando sean enviados para llevar a cabo la misión que les ha sido dada en el cielo, y que deberán realizar entre los hombres. Mientras más leemos el Apocalipsis, más nos impresiona y nos asombra la obediencia, dignidad y autoridad de estos seres angélicos, que son más mencionados en el Apocalipsis que en cualquier otro libro de la Biblia.

La palabra griega de la cual viene el nombre "ángel" significa simplemente mensajero y se usa tanto para hablar de heraldos humanos como para hablar de los celestiales. Las siete estrellas (1:20) se usan para simbolizar a los ángeles de las siete iglesias, y estos ángeles no describen la naturaleza sino el oficio de los líderes espirituales de las iglesias, quienes eran responsables de mantener brillando la luz gloriosa del Evangelio durante la obscura noche de la historia de la Iglesia.

El contexto en el cual se usa la palabra "ángel" ayuda a determinar si se aplica a seres humanos o celestiales. Vea Lucas 7:24; 9:52; 2 Corintios 12:7; y Santiago 2:25. En estos pasajes la palabra "mensajero"—la misma palabra griega traducida "ángel"— se usa para designar a aquellos que son enviados con mensajes de varias clases. Cuando el término es usado para designar específicamente a los seres celestiales, implica a la vez sus características especiales de servicio (Salmo 103:20, 21; Hebreos 1:13, 14). Hay otras referencias en las cuales la palabra "ángel" lleva en sí la idea de "representación" o "guardianía" como en el anuncio de nuestro Señor acerca de sus pequeñitos, quienes tienen ángeles para que los representen en el cielo. "Su ángel" en Hechos 12:15 y Apocalipsis 1:1 era un ser celestial de gran prominencia dentro de las jerarquías del cielo, quien en cumplimiento de su misión representaba al Señor de los ángeles.

En esta era del Evangelio, los ángeles son espíritus ministradores, enviados para ministrar a aquellos que serán herederos de la salvación (Hebreos 1:13, 14). En Apocalipsis, particularmente en la parte más prominente del libro, la cual trata sobre la preparación para la ejecución de la autoridad judicial de Cristo, casi cada frase tiene su ángel o ángeles, como se demuestra en este breve sumario:

• Un ángel fue el intermediario entre Cristo y Juan para la transmisión del Apocalipsis (1:1-4).

•Son ángeles los representantes morales de las siete iglesias (1:20; capítulos 2 y 3).

• Un ángel desafía al universo para ver si hay Alguien con suficiente competencia como para cumplir los justos designios de Dios con relación al mundo (5:2).

• Los ángeles, en multitud innumerable, adoran y glorifican a Cristo como el Cordero inmolado (5:11, 12).

• A los ángeles se les ha dado el poder de controlar los elementos naturales (7:1).

• Los ángeles tienen autoridad para sellar a aquellos que son verdaderos siervos de Dios (7:2, 3).

• Los ángeles tocan las siete trompetas, cada una de las cuales tiene su ángel respectivo (capítulo .

• Los ángeles se identifican con las siete copas de la ira divina (capítulo 16).

• Los ángeles aparecen como aliados de Dios en la guerra celestial contra las fuerzas infernales (capítulo 12).

• Un ángel proclama el Evangelio eterno (14:6).

• Un ángel anuncia las terribles noticias de la caída de Babilonia (14:8).

• Un ángel proclama a gran voz la terrible sentencia contra los adoradores de la bestia (14:9).

• Un ángel sale del templo (14:15), y otro sale del altar (14:18).

• Un ángel es el guardián de las aguas, símbolo de las muchedumbres de la tierra, las cuales son controladas por él bajo la mano gobernadora de Dios (17:15). Este ángel está de acuerdo con los juicios divinos. El término "otro ángel" se usa tres veces en el Apocalipsis (8:3; 10:1; 18:1) y le daremos especial atención cuando nos encontremos con él en nuestra exposición de las referencias aquí mencionadas.

Hay dos grupos diferentes de siete ángeles, a los cuales se refiere Juan como "los siete ángeles". Se enfatiza el artículo en el texto original para indicar su alta y honorable posición ante el trono de Dios. Están los siete ángeles asociados con los juicios de las trompetas (capítulos 8 — 14) y los siete ángeles relacionados con la ira divina, o las últimas plagas (15:1; 16:1). En vista de que a los ángeles de las plagas no se les pone artículo definido, es probable que no sean del mismo orden de los que tocan las trompetas, quienes tienen el honor de estar delante de Dios (8:2). Otros dos grupos numerados de ángeles son los cuatro ángeles de 7:1 y los doce ángeles de 21:12.

Los ángeles de las siete trompetas

Si bien es cierto que el trono de Dios está rodeado por un ejército incontable de ángeles —"Millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de Él" (Daniel 7:10)—, tal pareciera que estos siete ángeles de las trompetas son ángeles presenciales, o "ángeles de su faz" (Isaías 63:9) y pertenecen, por lo tanto, a un orden exaltado. Cuando Gabriel describió su posición, dijo que él estaba "delante de Dios" (Lucas 1:19). ¿Será posible que estos siete ángeles sean todos arcángeles?

El número siete indica que estos seres angélicos de tan alto rango representan la plenitud del poder Dios en asuntos judiciales y que ellos son los ejecutores de la voluntad de Dios respecto a los juicios. Detrás de sus pronunciamientos y acciones está la autoridad del trono, ante cuyo Ocupante divino están siempre ellos. Que hay distinciones entre los ejércitos angelicales, es algo que indica Pablo en Efesios 6:12. Pero aunque los ángeles de Dios están distribuidos en varias órdenes y rangos ninguno de ellos deberá usurpar jamás la posición de los demás, sino que ofrecen conjuntamente a Dios obediencia total y actividad en su servicio.

Las siete trompetas

Las siete trompetas de cuernos de carnero que tocaron los siete sacerdotes en siete días consecutivos, anunciaron y lograron la destrucción y toma de Jericó (Josué 6). Aquellos siete sacerdotes tocaron sus trompetas lodos juntos, pero los siete ángeles no las tocan al unísono, sino uno por uno. Pareciera como si un ángel fuera el equivalente de siete sacerdotes, y por lo tanto, "mayor en fuerza y poder", como lo expresa Pedro.

Las trompetas servían para muchos propósitos en los tiempos del Antiguo Testamento y eran utilizadas para los viajes, los llamados de alarma, los anuncios públicos y la preparación de los ejércitos de Dios en contra de sus enemigos (Números 10:1-9; Jeremías 1:14-18; 4:19; Joel 2:1; Mateo 24:31). Walter Scott afirma: "Las siete trompetas significan un anuncio perfecto y completo. Las trompetas místicas de Apocalipsis no deben ser confundidas con las trompetas del Antiguo Testamento." Cuando los hombres escuchen estos sonidos de trompetas, no serán confundidos con el significado de sus terribles mensajes.

¿No se piensa en algo majestuoso y solemne cuando estos trompetistas angélicos se preparan para tocar? Ellos están en pie, trompeta en mano, esperando el momento de ejecutar sus respectivos juicios (8:6).

De lo profundo del silencio impresionante del séptimo sello, emergen estas siete trompetas con su misión de carácter judicial, y la serie de siete va aumentando en severidad. Respecto a los siete sellos, las siete trompetas y las siete copas, no son juicios idénticos ejecutados al mismo tiempo. Más bien representan tres series diferentes de juicios experimentados durante la gran tribulación, o la septuagésima semana de Daniel. Los juicios realizados bajo los sellos, trompetas y copas no serán contemporáneos sino sucesivos.

Las primeras cuatro trompetas describen el estado civil y eclesiástico del Imperio Romano Occidental resucitado. La quinta trompeta, o primer ay, está relacionada con el judaísmo apóstata. La sexta trompeta o segundo ay está asociada con los habitantes inicuos y pecadores del mundo romano. La séptima trompeta o tercer ay sugiere los efectos universales de los juicios de Dios.

Antes de examinar más de cerca los anuncios de los siete ángeles, debemos identificar al ángel separado — "otro ángel" — que aparece en compañía de ellos (8:3-5). ¿Es simplemente otro ángel, o es alguien en particular? Siempre que se usa la frase "otro ángel" en el Apocalipsis, la palabra griega "altos" es traducida como "otro de la misma clase". Muchos comentaristas creen que la frase "el ángel del Señor", no importa dónde aparezca, lleva implícita la idea de la presencia de la Deidad en forma angélica y algunas veces aun en forma humana (Génesis 18:1-14, etc.). Se hace referencia a esto como las apariciones teofánicas de Cristo antes de su encarnación. Cristo es como los ángeles con respecto a su ser espiritual y celestial, pero también es infinitamente mejor que los ángeles porque Él es el Hijo de Dios y Señor de los ángeles, que para poder salvar a la humanidad se hizo un poco inferior a los ángeles.

Algunos expositores del Apocalipsis afirman que el ángel especial que aparece ministrando ante el altar es simplemente uno de los ángeles de las huestes celestiales, y no el Señor Jesucristo. Sostienen que Él es el Cordero que abre los sellos y dirige el proceso de los juicios y que su misión durante la Tribulación no es interceder sino aplicar su programa de condenación. Además explican que a este ángel prominente se le da el incienso, pero que Cristo no habría tenido necesidad de que se le diera ningún incensario.

Sin embargo, estamos convencidos de que ningún ángel está capacitado, no importa cual sea su rango, para interceder en el altar celestial delante de Dios a favor de los hombres y a ninguno se le confiere el derecho de ejercer funciones sacerdotales. Ningún querubín podría dar su corazón, sus manos o su cuerpo por nosotros. Sólo las manos de Jesús fueron heridas por nuestro bien.

Como hay solamente un Mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo Hombre, quien se dio a sí mismo en precio del rescate por todos, estamos convencidos de que este Ángel-Sacerdote, cuya acción ante el altar tiene un carácter de intercesión, es Cristo, nuestro Gran Sumo Sacerdote.

La gloria del Ángel de Jehová que desciende se ve de tres maneras:

• Como el Ángel-Sacerdote que intercede en favor de su remanente que sufre (capítulo .

•Como el Ángel-Redentor que toma posesión de su heredad (capítulo 10).

• Como el Ángel-Vengador de su pueblo que toma venganza sobre Babilonia (capítulo 18).

Las descripciones del Ángel-Redentor no son las de un ángel común y corriente. Esto se prueba por el hecho de que El se refiere a los dos profetas martirizados como "mis dos testigos" (11:3), lo cual no se podría escribir acerca de ningún ángel. Además de esto, el arco iris nunca se usa en la Biblia separado de Dios. Por lo tanto, este ángel debe ser el Hijo de Dios (10:1). La frase "como ruge un león" se refiere a Él como "el león de la tribu de Judá" (5:5).

Este Ángel-Sacerdote debe ser el Mediador, Cristo Jesús, porque nadie más puede agregar eficacia a las oraciones de los santos. En la escena celestial que recibió y puso por escrito Juan, aparecen las características inteligibles de un simbolismo judío. Por ejemplo, solamente los sacerdotes servían tanto en el altar de bronce como en el de oro. El altar de las ofrendas quemadas o del holocausto, el cual estaba en el atrio del templo, es el representado en el lenguaje que usa Juan.

Las oraciones de los santos inspiradas por el Espíritu Santo nunca son olvidadas. Si tales oraciones no reciben respuesta mientras viven los que las han hecho, a menudo son contestadas después de que sus intercesores se han ido al cielo. El Señor jamás olvida a ninguno de los suyos. Ellos siempre están en su memoria delante de Él.

El incienso representa la vida y las obras del Salvador. Su dulzura es el incienso y junto con su muerte y su resurrección eficaces hacen aceptables delante de Dios nuestras oraciones inspiradas por el Espíritu. El altar es el lugar de la redención sustitutiva, mientras que el fuego habla del juicio divino sobre el pecado (y el juicio sobre la tierra es lo que anuncian los ángeles de las trompetas: 8:5, 6). Debe observarse que los ángeles únicamente anuncian el juicio; ellos no lo ejecutan ni lo administran. En cambio el Ángel-Sacerdote realiza los juicios (8:5).

 
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